Las infecciones vaginales se diagnostican mediante un examen ginecológico, frotis para examinarlos al microscopio o pruebas para identificar bacterias u hongos en el flujo vaginal. El tratamiento de las infecciones vaginales depende de la causa y puede incluir cremas o comprimidos antimicóticos, antibióticos u otros medicamentos antimicrobianos. Es importante buscar atención médica si se sospecha una infección vaginal, ya que las infecciones no tratadas pueden dar lugar a complicaciones. Para prevenir las infecciones vaginales, es aconsejable observar una higiene íntima adecuada, llevar ropa interior de algodón, evitar el uso de fragancias o productos de higiene perfumados y utilizar preservativos para protegerse durante las relaciones sexuales.

Micosis vaginal

Las infecciones por hongos suelen estar causadas por levaduras del género Candida, presentes de forma natural en la flora vaginal. Si se altera el equilibrio de los microorganismos, puede producirse un crecimiento excesivo de levaduras, lo que puede causar picor, ardor, secreción y dolor al orinar. Las infecciones por levaduras pueden verse favorecidas por la terapia con antibióticos, los cambios hormonales, la diabetes, el embarazo o un sistema inmunitario debilitado.

Vaginosis bacteriana

La vaginosis bacteriana es una infección vaginal frecuente causada por un desequilibrio de la flora bacteriana vaginal. Los síntomas pueden incluir olor desagradable, flujo con olor a pescado, picor y ardor. Los factores de riesgo de la vaginosis bacteriana son la higiene íntima excesiva, las relaciones sexuales sin protección, los cambios hormonales y la terapia con antibióticos.

Tricomoniasis

La tricomoniasis es una infección de transmisión sexual causada por el parásito Trichomonas vaginalis. Los síntomas pueden incluir flujo vaginal, picor, ardor, dolor al orinar y dolor durante las relaciones sexuales.